sábado, 18 de junio de 2011

Morir en el llano


Morí en el llano
Resistiendo ser cazado
Como ni un animal


Morí en aguas marinas
Peleando por una corona
Que ni siquiera pude ver de lejos


Morí tosiendo en el puerto
Almacenado como enseres domésticos
Justo antes de tener que arrastrar estas cadenas hasta la plaza


Morí en el rancho
De alguna enfermedad que me come vivo
Y que todavía no tiene nombre


Morí en algún lugar oscuro.
Ni yo me acuerdo de mí.


Morí en el norte árido
Caí de mi caballo, perdí al hombre que sigo
Pero aún así empuñé la lanza por la dignidad que bien conozco
Y por una libertad de la que me hablan pero jamás se ha cruzado conmigo.


Morí a la orilla del río, bajo cielos sureros
Víctima del metal que me atraviesa
Compañero del metal que llevo en la mano


Morí en la estepa marcada por los vientos
Habiendo entregado con esperanza mis armas
Fusilado por el ejército de un gobierno sicario mentiroso traidor


Morí en mi cama
Con los pulmones disueltos
Por la humedad del calabozo después de la huelga


Morí en algún lugar oscuro.
Ni yo me acuerdo de mí.


Morí en el camino polvoriento
Cuando el cuerpo no le encontró la vuelta
Y me vencieron las mellas del trabajo en la mina


Morí en la calle suburbana
Reventado a golpes por alguna banda sin nombre
Que iba tras mi mochila sin dinero
O tras mi militancia en una organización de base


Morí a la salida de un recital
Cortado por el sinsentido/golpeado por el alcohol
Volado del mundo por esta rebeldía ilusa que nos convierte en corderos


Morí en algún lugar oscuro.
Ni yo me acuerdo de mí.


Morí en un pasillo de hospital
Sin nombre sin causa sin diagnóstico
Pura espera sin reclamo, pero llena de silencio


Morí por mano propia
Cuando en soledad recorrí mi vida
Y entendí mi parte de acero en el entramado sangriento de esta tierra


Morí en algún lugar oscuro.
Ni yo me acuerdo de mí.

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