miércoles, 30 de noviembre de 2011

Bonaerensis


Derrotero conurbano
de mate en vereda y faso esquinero
terracitas ferroviarias donde la tarde cae de rodillas oxidadas
frente al templo abandonado de una mujer,
donde dos nenas dejan ramitos de manzanillas
y pierden un poncho.
Noches estacionarias
en las pancherías del buen morir
buscando librerías inexistentes
de esas que solamente atienden
en el centro.
Amaneceres en la jungla de baldosa vainilla
donde aves ignotas pegan alaridos ante la luz
gritos tan agudos como los de nuestros ojos
que al partir de lo oscuro se florecen.
Bondis roñosos
boleto sobrepreciado
baldíos meados
y la luz dorada del otoño
en el paraíso denfrente.

En territorio conurba
la promesa tiene el sonido sordo
de una ruta cargada,
de una autopista que arde
y de una vía infinita
que nunca se alcanza.

sábado, 26 de noviembre de 2011

50 palabras para decir nada

Tratado acerca de tu silencio.
De tu escamado hablar, movimiento serpentino de la lengua que, a pesar de su ofídico afán, no tiene los dobleces que gustarías: te delatás en cada circunvolución de la palabra /sin corazón que te acuse con su ventrículo encendido y la furiosa sucesión de sístoles y diástoles forzando confesiones/
Es que para confesar ante juez, cura o analista hay que creer en algo parecido a una instancia superior -eso te aterra, todo tu viperino decir es evasión y encubrimiento de que hay algo y lo sabés pero no te creés digno o a la altura. Por otro lado, para confesar también hace falta saber qué -a menos que en un instante de iluminación intramundana caigas de rodillas pegándote en el pecho asumiendo culpas por puta vez en tu vida, ese instante preciso y fundamental para empezar a reconocer que las culpas no existen y que el único ser que te acusó con un dedo fuiste vos.
Pero allí vas. Disfrazándote en palabras de sexo lateral y misterio, tejiendo una promesa que sabés falaz, un velo sobre el precipicio de tu pequeñez negada. Terror a no estar en el centro de mi mirada, ¿verdad?
Terror a no existir, a perderte en el mar de los cambios en silencio.
Terror a mirarte en espejos sobre los cuales no puedas ejercer tu seducción ritualizada. El exitoso acto de escapismo, mini-houdini del ser.
Tu silencio vestido de lenguaje es una elegante combi trucha hacia ningún lugar.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Femeniña y naturral.

Miles de años contra una era sin fin. La era de los cuidados maternales que se te clavan en la nuca y te revientan las sienes cuando todo parece ser punta de lanza y verga al poniente.
Te cuesta tanto dejártela poner. Aprender a recibir el diezmo por ser la carne caliente de los sueños.
Otra cuestión sería si las cosas fuesen diferentes -me río sola porque todavía sé jugar con ese decir de nadas repicando entre los dientes.
Hay una rima que se escurre entre renglones marcando el ritmo de la vida. Un adn reptante y malhablado que se suena los mocos contra el polvo del camino dejando un reguero de pegote y verde de lo más parecido a un sembradío. Contrasurco en alto relieve que se para en puntitas de pie para notificar al sol a todas luces que las estrellas brillan mejor en medio de lo oscuro.

martes, 22 de noviembre de 2011

cucaracha on the rock 2

antes les temía -para ser precisa temía la sensación de ser incapaz de matarlas y quedar así a su merced- ante su vista me paralizaba -era en la época en la que palabras musicales con gustito a muerte me nacían como piedras preciosas para que yo ande engalanada enjoyada emperifollada pero sin coger, eso sí- les temía con repulsa y espanto -justamente con la misma repulsa y espanto con que me temía a mí misma el análisis no es profundo ni tiene demasiados vericuetos pero es así aunque venga sin metáfora sorprendente ni floritura trágica ni un resabio pizarnikeano que nunca fue de nadie más que de alejandra- les temía con insomnio y temblores -repitiéndome en sus repeticiones oh poetita trágica del bello decir en el encierro piensa en rimbaud recuerda a rimbaud no olvides a rimbaud que es mejor morir sin pierna después de haber pateado lo suficiente- les temía con resentimiento -por su cómodo habitar lo inmundo y alimentarse de lo oscuro y guarecerse en lo fétido y transitar cabeza abajo el mundo y yo no podía poetita trágica del bello decir yo no podía más que decir bellamente y enredada y emular los hábitats inframundanos con mis seres llenos de fría luminiscencia pero- antes era otro el tiempo (era el tiempo en que temía) 'ahora' no corre agujas ni displays brillantes el temor es una culebrita inquieta que se espanta con dos aplausos digo mucho menos hago mucho más no me sumo a la mugre pero no la reniego ni la lloro
y sí 
puedo aplastar cucarachas hasta hacerlas reventar

viernes, 18 de noviembre de 2011

Sabor a mí

Vuelvo sobre mis pasos al lugar donde mi nombre es uno pero tiene ecos impensados.
Evoco una jinete en el llano.
Evoco una mano alzada en la inmensa tierra de las dunas.
Evoco un pecho de seda cubierto con perlas de sangre.
Evoco las marcas del hoy y del mañana.
Llamo al aire porque soy hija del aire y del aire vengo y en el aire moriré, llamarada intensa que puede durar un segundo pero arde el universo.
Es imposible quemar el pasado. Desaprender sus laberintos. Lavar sus rituales sobre el cuerpo y la mirada.
¿Será por eso el empeño en poner a mi disposición los reflejos paródicos del alba?

Quizás algún día simplemente ya no duela.

poot poot poot

puteada furiosa a las cadenas del deseo casa deseo hogar deseo paz deseo calma -el sedentarismo a cococho del dolor- puteada furiosa a la compulsión abierta del deseo horizonte deseo aire deseo guerras deseo tormenta
puteadas puteadas
furia furia
patadas al todo, al gris, al pentagrama y a las gramáticas del día o del sueño, grillas de mierda literalmente de mierda
resabios del engaño del ensueño doliente
del conocimiento del hombre y sus veleidades su carencia de cuidado su desapego a la penumbra de la vida
puteada furiosa a sus escalafones
a los calentadores del alma para que se infle como esfera aerostática y vuele lejos lejos lejos hasta que recuerda que le falta el calorcito manso de las buenas palabras y caiga y desesperadamente regrese
y por furia furiosa
que no las encuentre

martes, 8 de noviembre de 2011

libertad libre


vengo de la charla franca
de la inocente parla sin floritura
de quienes me aceptan sin
entender
de quienes me aman sin
indagar
de quienes me cuidan con
la simple generosidad del día
compañeros de la nación sin nombre
que sostiene la vida

a ustedes


alucinados
escapados de su vida vida
bailan minués cortesanos
rituales titiriteráticos
que deforman sus humanidades
distraen la atención de sus miserias
de las violencias domésticas o laborales
de las disociaciones cobardes
o de sus avideces inconfesables
entonces se endurecen
paso a paso se transforman en metales
mal habidos
y
lejos de los museos
o de las cunas bullientes de lo que nace
se desarman
en viscosas emanaciones de podrido

es así como vuelven a ser
lo no-nacido