viernes, 9 de septiembre de 2011

porfavorsilencio

1. Busco una palabra.
O, para ser precisa, no la busco.
Tampoco he de decir que dejo que me encuentre.
Es que me escondo de un silencio. Sencillamente la palabra toma ese lugar.


2. Juego con un cachorro de paréntesis sentado en mi hombro derecho; amaga con saltar sobre el teclado o enlazarse a algún caracter del monitor. Le chisto para que se quede quieto, se enoja y se cierra sobre sí mismo transformado en cero.
Mientras tanto, un punto y coma viejo y desdentado se amorronga delante de la estufa garrafera, y me muestra las encías evocando antiguos gestos de batalla al darse cuenta de que entre aburriente, divagada y meditosa, aún le clavo la verga a la palabra.

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